Dios Madre
La Familia de Abraham
La Familia de Abraham y Dios Madre
La Biblia registra con gran detalle la historia de la familia de Abraham. De hecho, una de las parábolas de Jesús revela que Abraham representa a Dios Padre (Lc 16:19–24) y los hijos de Abraham representan a los hijos de Dios (Ga 3:7).
“Sepan, entonces, que los verdaderos descendientes de Abraham son todos los que confían en Dios.”
Gálatas 3:7 (TLA)
Por lo tanto, la familia de Abraham representa la familia de Dios. Y a través de la historia de la familia de Abraham, Dios nos enseña los criterios para heredar el Reino de los Cielos. En la familia de Abraham, había tres posibles herederos de su patrimonio: Eliezer, Ismael e Isaac. Abraham pensó que Eliezer, el siervo de la familia, podria ser el heredero de todas sus riquezas, pero Dios dijo que no. En cambio, Dios ordenó que el heredero de Abraham fuera de su “propia carne y sangre” (Gn 15:2–4).
“Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.”
Genesis 15:4
Dado que la esposa de Abraham, Sara, estaba avanzada en edad y no podía tener hijos, Abraham tuvo un hijo a quien lo llamó Ismael con Agar, una esclava (Gn 16:15–16). Sin embargo, Dios no eligió a su primogénito Ismael.
"Entonces Abraham le dijo a Dios: '¡Oh, si al menos Ismael viviera bajo tu bendición!' Dios le respondió: 'Ciertamente tu esposa Sara te dará un hijo, y lo llamarás Isaac. Estableceré mi pacto con él como un pacto perpetuo para sus descendientes después de él.'"
Genesis 17:18–19
Al final, Dios eligió a Isaac para ser el heredero de Abraham (Gn 17:18–19). La única diferencia entre Isaac e Ismael es su madre. La madre de Ismael era una esclava, pero la madre de Isaac, Sara, era una mujer libre.
Así como Abraham representa a Dios Padre, e Isaac representa a los hijos elegidos de Dios, de la misma manera Sara la mujer libre representa a Dios Madre.
“pero la otra mujer, Sara, representa la Jerusalén celestial. Ella es la mujer libre y es nuestra madre.''
Gálatas 4:26 NTV
El apóstol Pablo testificó que Sara representa a la Jerusalén Celestial, que es nuestra Madre. “Nuestra” aquí se refiere a los creyentes. Pablo explicó que solo aquellos que creen en Dios Madre son hijos de la promesa, como Isaac (Ga 4:28); es decir, aquellos a quienes Dios permitirá heredar el Reino de los Cielos.