P: ¿Qué es el Nuevo Pacto y por qué debo guardarlo?
R: La Biblia contiene dos tipos de leyes: La Ley de Moisés y la Ley de Cristo (1Co 9:20-21). La Ley de Moisés se refiere a lo que observaron los israelitas en el Antiguo Testamento. La Ley de Cristo significa las enseñanzas dadas por Jesucristo en el Nuevo Testamento. Estas leyes también se llaman Antiguo Pacto y Nuevo Pacto, respectivamente.
A través del profeta Jeremías, Dios dijo que establecería el Nuevo Pacto en el futuro.
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”
“‘Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.’”
“‘Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. ...Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.’”
¿Por qué debo guardar el Nuevo Pacto?
Cuando celebramos la Pascua del Nuevo Pacto, recibimos la carne y la sangre de Jesucristo y obtenemos la vida eterna. Por eso debemos guardar el Nuevo Pacto. Y hace 2.000 años, los discípulos sintieron lo mismo.
“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
El Nuevo Pacto no sólo incluye la Pascua, también incluye todo lo demás que Jesús enseñó, incluida la observancia del resto de las Fiestas anuales de Dios (Jn 7; Hch 2), el sábado semanal (Lc 4:16) y la regulación del velo de la mujer. Cuando seguimos los mandamientos del Nuevo Pacto, podemos entrar a la vida eterna (Mt 19:17).
